CURIOSIDADES
GADITANA. EL CRISTO DE LIMPIAS.
Limpias es una preciosa y verde Villa cántabra a 54 kilómetros de la
capital, Santander, bañada por las aguas del Río Asón conocida por sus aguas
termales, sus ricos pastos y la hospitalidad de sus vecinos, pero sobre todo;
por su milagroso y popular Cristo de la Agonía.
El Cristo de la Agonía-para el pueblo y devotos de Cantabria es
el Cristo de Limpias- maravillosa talla policromada del siglo XVl de autor
desconocido que le atribuyen innumerables milagros, favores y atributos.
Según numerosos testigos el Cristo de la Agonía mueve los ojos,
llora e inclusive sangra. Se le asocian eventos extraordinarios y hechos
sobrenaturales. La devoción popular es profunda y a lo largo del siglo XX su
popularidad ha ido en progresivo aumento hasta convertirse en un referente de la
Villa Cántabra donde acuden devotamente
feligreses al Santuario del Cristo de la Agonía, antes parroquia de San Pedro, a rezar y
pedir su mediación divina.
Diversas asociaciones religiosas y piadosas, Hermandades e Instituciones
se encargan de difundir y de manifestar el mensaje de su Divino Cristo como
eterno agradecimiento por escoger esa verde tierra de Limpias como su Hogar, su
Casa y su Santuario.
¡Todo me parece perfecto! Pero lo que nadie dice o comenta que, ése
Cristo, el de la Agonía,
es un Cristo gaditano. Atrás queda una historia por aclarar que con el paso de
los siglos se ha silenciado o disimulado. Volvamos atrás la cabeza…Corría el
siglo XVlll año de 1755 y la costa gaditana era sacudida por un imponente
maremoto con el epicentro en Lisboa con olas de hasta quince metros de altura. La
parte baja de la ciudad quedó completamente destruida pero no así la Iglesia de San Francisco
que se alza sobre un promontorio defendida por gruesas murallas de contención y
no sufrió ningún tipo de devastación. Y allí en la Iglesia de San Francisco
de los padres franciscanos se veneraba desde siglos el Cristo de la Agonía.
Por ese tiempo vivía en Cádiz asentado un rico indiano cántabro dedicado
a los negocios de ultramar. Hombre inteligente y acaudalado que ejerció como
Diputado de Comercio y Consulado de Perú persona muy religiosa Caballero
profeso de la Orden
de Santiago de nombre; Diego de la Piedra.
Cántabro hasta la médula e hijo de la Villa de Limpias.
Los efectos del maremoto aún no habían pasado y durante días llovía
intensamente y el mar seguía anegando la parte baja de la ciudad gaditana.
Entonces acuerda el Cabildo catedralicio con los franciscanos sacar de San
Francisco al Cristo de la
Agonía en procesión para que mediara celestialmente en el
maremoto. ¡Y sí se hizo! Cuentan que…”al tener contacto el Cristo con el mar,
éste, inmediatamente retrocede y se calma.”
Como dicen que la
Historia se repite, esta descripción-versión es similar a la
que circula por Cádiz con la
Virgen de la Palma. En
el Barrio de la Viña,
y como recordatorio, en la pared de un viejo edificio hay una hornacina con un
cuadro de la Virgen
de dos metros de altura parando las aguas del terremoto. Cuadro que es un
referente para los viñeros que se santiguan a su paso.
Y continúa la Historia…
El terremoto seguía azotando con menos intensidad aunque la lluvia caía sobre
Cádiz torrencialmente. Tanta agua caía que el Cabildo auxiliado por un
franciscano ante la imposibilidad de llevar el Cristo hasta su Iglesia y dado
la proximidad con la casa del cántabro, acuerdan con D. Diego de la Piedra que la Sagrada Imagen fuese recluida
en su Oratorio particular hasta que pasara la tormenta. En el Oratorio de D.
Diego permaneció largo tiempo sin ser trasladado a su Iglesia de San Francisco
donde jamás volvió.
Antes de morir Don Diego a finales de 1775 dejó en su testimonio
diversas cláusulas en la que recuerda a su Villa natal de Limpias “””Mando
ensolar la parroquia de San Pedro de Limpias, costeando su Retablo Mayor y su
dorado colocando en tres imágenes la de Nuestro Redentor agonizando en la Cruz, la de su madre María
Santísima y la del evangelista San Juan”””
El Cristo de la Agonía
de la Iglesia San
Francisco desapareció de Cádiz y nadie sabe cómo fue y cómo llegó hasta Limpias
al otro extremo de España. Corren muchas y variadas versiones y todas ellas son
confusas y de doble lectura. El asunto real es que el Cristo de la Agonía llegó a Limpias a
finales del siglo XVlll fecha coincidente con el fallecimiento de D. Diego.
pedro romero.
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